domingo, 4 de octubre de 2015

Deseando hacer otro..bizcochos perfectos forever

Buenos días a todos

Después de varias semanas, incluso diría meses, aquí estoy de nuevo y esta vez con una receta muy sencilla.

Recordaréis que hace un tiempo hice el curso de "Bizcochos Perfectos", verdad? Pues ahora toca volver a reproducir las recetas o reinventarlas.

La tarta, o más bien pastel, lo elaboré para la celebración del cumpleaños de mi suegro. Él es muuuuuy dulcero y cuanto más azúcar tenga la comida más le gusta, es un verdadero adicto a las chucherías (sobre todo la regaliz). Siempre pone la excusa que va a comprar chuches con Ainoa para reponer la despensa.

El pastel lleva varias capas de bizcocho genovés básico realizado siguiendo la receta aprendida en el curso, y entre capa y capa irá nata y crema. El montaje se puede realizar de varias formas: dentro de una cazuela de barro (es típico en las pastelerías ourensanas, le llamamos "la cazuela," pastelería Arva, Milhojas, Dina y también en la mía de los domingos, PatyCris), dentro de un molde desmontable, directamente en un plato o expositor bonito,.., como más os guste.

Vamos allá con la receta, espero que la pongáis en práctica. Venga, animaros y me contáis qué tal os ha salido. Estoy deseando ver fotillos de vuestros "proyectos pasteleros".





Ingredientes:

Genovés básico:
Huevos
azúcar blanquilla
harina tamizada

Crema pastelera:
1/2litro de leche entera
 3 cucharadas de leche fría
3 yemas de huevo 
5 cucharadas de azúcar
2 cucharadas de maicena
1 cucharada rasa de harina fina
Corteza de limón
1/2 rama de vainilla

Nata montada:
1/2 litro de nata 35% materia grasa
Azúcar glas al gusto

Empezamos por el bizcocho. Batimos los huevos con el azúcar hasta que haya blanqueado., el azúcar tiene que haberse disuelto totalmente y la mezcla estar esponjosa.
 Añadimos la harina, previamente tamizada, mezclando con movimientos envolventes y tratando de que la mezcla no se baje. 
Metemos en el horno previamente calentado a 180 grados, hasta que esté firme. Lo sacamos y dejamos enfriar.

Preparamos la crema pastelera. Desde hace mucho tiempo preparo esta receta y sale una crema perfecta en textura y sabor. Ponemos la leche en un cazo con la corteza de limón y la vaina y 3 cucharadas de azúcar, lo calentamos hasta punto de ebullición. Infusionamos. Mientras mezclamos las 3 cucharadas de leche con las harinas, el resto del azúcar y las yemas. Procuramos que no queden grumos. Añadimos a esta mezcla la  leche infusionada y templada, poco a poco.Echamos la mezcla en un cazo y lo ponemos al fuego removiendo sin parar, hasta que burbujas. Ojo! Cuidado con la intensidad del fuego, se puede agarrar a la cazuela y quemarse. Si queréis que coja un poco de cuerpo, podéis añadir dos hojas de gelatina (previamente ablandada agua fría) antes de sacarlo del fuego. Si utilizáis esta opción utilizad la crema antes de que enfríe de todo.

En cuanto a la nata, lo mejor es utilizar un bol metálico enfriado, la nata muy fría y las varillas frías. Yo uso la batidora eléctrica y voy añadiendo azúcar, hasta que la nata esté firme.

Montaje. Podemos hacerlo como más os guste. En mi caso, lo suelo montar en una cazuela de barro, poniendo capa de bizcocho, capa de crema, bizcocho, nata, bizcocho y crema. Acabamos con capa de crema  que bañados con azúcar blanquilla y lo quemamos hasta caracterizar. Quedará una capa de caramelo crujiente. Ñam ñam.

Manos a la obra!!




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